Eres.... ¿un vampiro? (Alarik Wilek)

Era de noche y ni pizca de frió, la leche con el calor que tengo y el viento no quiera ni salir, ains que deprimente, en fin.. lo bueno es que hoy no he tenido que trabajar y así me daría un descanso para ver las cosas, tiendas, etc.

Salí de casa no muy arreglado, la verdad, no me apetecía mucho ir bien vestido, así que, cogí mi coche sin saber muy bien donde ir, solo conducía, viendo todo tipo de cosas, teniendo precaución pues no quería rayar ni abollar mi coche. Como siempre había parejitas, niños con sus padres riéndose.... lo típico de estos humanos, hasta que un sitio me llamo la atención y sin mas.. aparque donde pude, me baje y con suavidad cerré la puerta.

Mire a mi alrededor, la cosa es que había gente paseando y tomándose algo en los bares o viendo tiendas, vi la plaza con una gran fuente, así que me dirigí hacia allí jugando con la llaves mene andolas para arriba y para abajo, luego estando allí me senté en la fuente viendo el tiempo pasar pero.... no había nada que hacer el tiempo pasaba lentamente ante mis ojos y resultaba aburrido.

Antes de continuar el viaje hacia Canadá, hice stop en San Francisco, mi segundo hogar para descansar y comer algo, así recobraría fuerzas para continuar el viaje, sólo llevaba una noche viajando, así que según mis cálculos para la noche siguiente ya estaría en Canadá poniendo en marcha mis planes. Primero aterricé en el bosque donde pude comer un par de conejos, pero no tenía suficiente, aún tenía hambre, así que conociendo como conocía la ciudad, me dirigí hacia la plaza, donde sabía que por los alrededores siempre había alguien solitario al que hincarle el diente.

Dicho y hecho, al cabo de unos minutos me encontraba a 100 metros de la fuente central de la plaza, el resto del camino lo continué a pie para no levantar sospechas, me encaminé hacia la fuente y fingí beber agua, después me senté buscando una presa desde la distancia. De pronto vi un coche llegar y aparcar, el individuo que se bajó del coche venía hacia la fuente, así que continué disimulando hasta estar lo suficientemente cerca y entablar conversación para que después no dejarle decidir si donar sangre o no, al fin y al cabo... dicen que donando sangre ayudas a otras personas.

Una vez se hubo acercado y sentado en la fuente con la mirada perdida pensando... en lo lento que pasaba el tiempo, me acerqué sin hacer ruido por detrás y de repente saludé -Hola, ¿Qué haces aquí solo sin hacer nada? Estamos en verano y apenas hace frío- le dije mirando hacia donde el miraba.