Casting de Krista Gray

Krista Gray • Híbrida

•Post con 5-6 lineas minimo describiendo calquier situacion de dicho personaje.

Era de noche en Central Park y la luna iluminaba los parajes deshabitados del extenso parque, dándole un aire más sobrenatural eh irreal al ambiente, un aire perfecto para una escena de pesadilla. Caminaba sola por entre mis atajos favoritos y mis pies se movían con delicadeza sobre la suave alfombra de hojas caídas que había dejado el otoño sobre el pavimento. Por alguna extraña razón me encontraba descalza, vestida solamente con un pulcro camisón blanco mientras que mi cabello me hacía cosquillas en la barbilla, meciéndose suavemente con la ligera brisa que me envolvía junto con los árboles.

Aquella había sido una tarde extraña, las gemelas habían estado curioseando por toda la ciudad y me habían convencido de acompañarlas. Al parecer le habían avisado a Dafne puesto que, al llegar a la estación del metro que nos llevaría a Manhattan, ella apareció surgiendo de entre las sombras como era su costumbre; asustándonos a las tres y llevándose una buena represalia, obra de las gemelas. Habíamos caminado por las calles de New York, admirando las distintas obras de arte que se exhibían en esos momentos y riéndonos con las anécdotas que nos contaba Lizzy. Dafne intentaba convencernos nuevamente de que asistiéramos a una de sus extrañas fiestas mientras que por mi parte intentaba fervientemente disuadir a las gemelas y a mi mejor amiga de ese desquiciado plan. No era que odiara las fiestas, ya que eso no se me daba mal, más el que la hija del Dios del aire se hubiera escapado nuevamente de la vigilancia de sus padres y de Benjamín para unirse en una noche loca a las hijas del Dios del agua ya era bastante arriesgado y peligroso. No solía salirme con la mía cuando intentaba disuadir a mis hermanas ya que ellas siempre ignoraban mis consejos, en especial Lizzy, por lo que cuando vi la causa perdida no pude hacer más que suspirar y dar mi tajante aprobación a los hechos. Las tres sonrieron complacidas y nos embarcamos en una expedición turística por las calles de Manhattan en busca del vestuario perfecto para una noche única en nuestras vidas. No paso mucho tiempo hasta que encontramos lo que buscábamos y decidimos regresar a casa, con la esperanza de volver a las calles en cuanto el sol se ocultara y disfrutar de una noche de diversión y riesgos.

El sol se ocultó en el horizonte y la ciudad fue tomando vida poco a poco, salimos las cuatro acompañadas por Ben y nos introducimos en el mundo de las fiestas y la bebida. Nayra y yo nos controlábamos lo mejor que podíamos, ya que sabíamos el verdadero reto se encontraba en vigilar a Lizzy, esperando que no se fuera a enfrascar en cualquier otra de sus locuras. Era una noche bastante normal en cuanto a nuestro itinerario y pronto decidimos cambiar de ambiente ya que Dafne se aburría. Buscábamos entre los antros de moda y los bares a los que solíamos ir cuando queríamos pasar un rato agradable hasta que una sombra conocida se materializó frente a nosotras en un bar. Se trataba de David Hale, el hijo del Dios que controlaba la Tierra, aquel que podía hacer que mi corazón se acelerara de una manera inexplicable. Por alguna razón desvié la vista avergonzada, mientras observaba desde la entrada como Dafne y Nayra se acercaban presurosas a saludarlo, alegres sonrisas en el rostro y amables expresiones en sus ojos. Como era de esperar David las recibió encantado, saludándolas efusivamente eh ignorando a todo lo demás. Lizzy se había perdido entre la multitud y lo único que podía ver eran los ojos de David brillando emocionados ante la visión de Dafne. Desvié mi mirada hacia el piso, avergonzada por mis sentimientos encontrados y con un sordo dolor en el pecho, sabía de antemano que el no era para mí pero por alguna inexplicable razón siempre que me lo encontraba no podía evitar emocionarme y siempre que lo veía mirar a mi mejor amiga de esa manera no podía evitar sentirme aplastada por la incertidumbre de los sentimientos que ella le profesara a el.

De alguna manera el se acerca a mí y no puedo evitar ruborizarme, me saluda cortésmente y no puedo evitar darle mis más cálida sonrisa antes de que el se pierda nuevamente entre la multitud y yo salga de la manera más sigilosa posible de el local. Noto la mirada de Lizzy clavada en mi espalda más se que ella no vendrá a molestarme, entiende de alguna manera mis sentimientos y le agradezco profundamente su respeto. Camino horas y horas interminables hasta que llego al parque cuando la luna se encuentra en su apogeo. Mi vestido ha cambiado y han desaparecido mis cosas más eso no me importa, lágrimas cálidas se resbalan por mi rostro y una dulce plegaria se eleva hacia el cielo plagado de estrellas, se que nadie me escucha y es por eso que puedo descargar todas mis frustraciones. Mi sueño de siempre amenaza con aplastarme y se que no tendré fuerzas para levantarlo, me acurruco en el suelo y cierro los ojos cuando noto una cálida mano contra mi mejilla, me limpia las lágrimas derramadas y se acerca a mi. Me eh quedado paralizada y no se que es lo que debo hacer, una voz tierna y agradable me susurra las palabras que nunca olvidaré y repentinamente me despierto, acostada en mi cama envuelta en el camisón blanco y arropada con mis sábanas.

Me doy cuenta de que esa extraordinaria experiencia no haya sido más que un bello sueño oh una extraña pesadilla, por lo que me quedo paralizada sobre mis almohadas y rememoro la hermosa voz de aquel desconocido que me ha visitado en sueños: -Despierta-dice, con un suave murmullo- tu sueño se hará realidad. Sonrío con dulzura y doy una vuelta, acostándome sobre mi hombro derecho: -lo se-susurro, dejándome envolver por aquella paz que me ha traído el delicado rayo de luna en una noche inquieta

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