Descansando [libre]

Me desperté a las nueve de la mañana, David y Ben seguían dormidos, así que aproveche para escaparme e irme a donde fuera sin ellos. Me vestí con ropa deportiva, desayuné intentando no hacer ni un leve sonido y salí corriendo de casa. Una vez fuera de casa empecé a andar por una calle que nunca antes había visto o no me acordaba de haberla visto, algo realmente poco probable a no ser que me emborrachase mucho o eso suponía...

Finalmente acabé en Central Park, un precioso y enorme parque donde empecé a correr para hacer un poco de ejercicio. Era una mañana tranquila, no encontraba ninguna aura, al parecer estaban todos dormidos y eso por ahora estaba genial. ¡Parecía más humana! Disfrutando sin ninguna preocupación de una agradable mañana, sin padres, con "resaca" y con los mejores amigos que nadie pueda imaginar.

Cuando llegue a una parte vacía del parque me tumbé en la hierba y miré al cielo, mirando las formas que tomaban las nubes. Era precioso, estar aquí, en la Tierra y poder ver como los humanos llevaban a cabo su vida, eran tan parecidos a nosotros y al mismo tiempo tan distintos... Era asombroso.

Desperté, después del día anterior, realmente movido, me apetecía pasear, que me diera el aire, y ya que estabamos en Nueva York y no en casa podría aprovechar para salir a pasear sin la constante vigilancia que suponían los "amigos" impuestos por padre y madre.

Me vestí, ropa simple, unos tejanos y una camiseta de color azul cielo, me até el pelo en una coleta alta y salí de la habitación después de dejarle una nota a Lizzy, quien aún dormía.

"Estaré paseando en Central Park" Att: Nayra

Salí a la calle, donde una ola de aire tiró mi pelo hacía atrás y me encaminé de nuevo hacía el hermoso parque que había descubierto, junto a mi hermana gemela, ayer. Había famílias enteras riendo, abuelos acompañados por sus nietos que jugaban con estos, parejas que se besaban bajo la sombra de algun árbol que les proporcionara itimidad.

De pronto sentí un escalofrío, un aura, parecida a la mía estaba también en el parque, sin embargo no era capaz de reconocerla, sabía lo que debía hacer, esconderme y huir, esconder mi presencia pero como siempre hice justo lo contrario, me acerque a la presencia como si no fuera yo alguien como el/la portador/a de la misma.

Al acercarme vi a una chica joven, parecía de mi edad, año arriba año abajo, por lo que decidí acercarme, había oído de mi padre que la família del fuego había tenido solo herederos y era a ellos de quien debía esconderme y cuidarme. Me acerqué más y decidí saludarla.

- Hola- la saludé sonriendo tímidamente, seguramente pensaría que estaba loca o algo por acercarme así como así pero me daba igual, tenía curiosidad para conocer a más gente como yo aparte de los que llevaba conociendo desde pequeñita.

Al pasar un rato note un aura acercándose, era extraño, pero si se acercaba sería o bien por que era parte de la familia del fuego y por tanto mas me valía salir corriendo de ahí o bien, era una princesa/príncipe de otra casa, como la del agua por ejemplo. Me recosté apoyándome en mis codos y vi a la chica. Definitivamente era de la casa del agua, la casa del fuego solo tenía varones por lo que me dijeron David y Ben.

-Hola- salude sonriendo abiertamente. Estaba segura de que casa era, así que no debía temer a nada a no ser que fuera una maniobra de distracción lo cual dudaba realmente. -Diosa del agua si no me equivoco ¿no?- dije bastante bajito para que solo me pudiera escuchar ella. Siempre había pensado que mezclar las divinidades sería gracioso, por ejemplo, yo lanzar un soplo de aire mientras alguien del agua lanzaba bolitas de granizo. Sería una buena arma, además, necesitábamos algo con lo que defendernos de la casa del fuego.

Me levante de donde estaba tumbada y me acerqué a ella -Soy Dafne, encantada de conocerte- dije sonriendo amablemente mientras me acercaba para darle dos besos. Si, costumbre española según me habían dicho que me encantaba, demostraba confianza, cariño y realmente quedaba bastante bien para saludar a la gente en cambio del usual apretón de manos que lo veía muy de adultos aburridos.

Le devolví la sonrisa y me sorprendió bastante que supiera que tipo de diosa era- Sí, ¿Tú eres Aire o Tierra?- le pregunté mirandola curiosa y murmurando como ella había echo, creía recordar que mi padre había dicho que la única princesa, a parte de las del agua, se encontraba en la casa Aire - ¿Puedes volar? - le pregunté curiosa, era un dato sobre la casa Aire que siempre había querido averiguar.

- Un placer Dafne, yo soy Nayra - le conteste devolviendole los dos besos y sonriendole- ¿Qué haces en Nueva York? - le pregunté con curiosidad, aún hoy día eran pocas las veces en que los dioses abandonaban los territorios sagrados. - ¿Conoces a más dioses? - le pregunté de la misma manera- Lo siento por preguntar tanto, es que nunca he conocido a otro dios que no sea del Agua y tengo curiosidad- le expliqué un tanto apenada.

Me reí risueña al ver su sorpresa por que yo supiera que tipo de Diosa era, no había sido muy difícil, solo había cuatro casas, conocía dos, la mía y la de la Tierra. Luego mis padres me habían hablado o había oído como hablaban de la casa del Fuego que eran todos varones y como la casa del agua eran todo mujeres. La conclusión era fácil ¿no? Era mi regla de tres pero ahora le veía los fallos... Aunque al parecer acerté.

Hice una graciosa reverencia -Del Aire- dije mientras con un simple truco hacía que se levantase un poco de aire haciendo así que su pelo se despeinase un tanto. La miré con los ojos abiertos, nunca había intentado volar, pero mi madre me decía que lo hacía continuamente sin darme cuenta, de echo me lo dijo cuando decidí venir aquí, a nueva york... -Pues me han dicho que si, aunque al parecer me sale muy natural por que ni me entero- dije terminando en una carcajada divertida.

-Nayra... me gusta tu nombre- dije sonriendo. Era curioso y novedoso, me gustaba, de hoy en día era difícil encontrar buenos nombres o por lo menos originales, ahora todos se copiaban. -Mmm... conocer a los humanos, me llamó la atención y quise probar una vida aquí ¿y tú?- pregunte sonriendo. Parecía que iba sola, pero eso era demasiado peligroso... Y más cuando andaban por ahí los dioses del Fuego...

Sonreí mientras asentía -Si, de casas reales conozco a un par más y ya luego, dioses dispersos ¿y tú? No habrás venido sola ¿no?- pregunté curiosa mientras la miraba detenidamente de forma divertida. -Oh no te preocupes, pregunta lo que quieras- dije restándole importancia con la mano -Es un placer conocer al fin a una diosa del agua- dije sonriendo divertida. Me apenaba saber que no conocía a más dioses que los del agua, al igual que los dioses del fuego que solo se conocían a sí mismos o eso me parecía. En cambio los dioses del aire y de la tierra nos conocíamos entre nosotros y hacía todo mucho más divertido.

Le sonreí - Yo mejor no hago ningún truco o acabaremos empapadas- dije en un murmuro y con una sonrisa complice en la cara - Vaya....- suspiré- siempre había tenido curiosidad por saberlo- le explique sonriente. Dafne era muy guapa, alta, morena, buena figura y no solo eso sino que también parecía una chica simpática y divertida, me alegraba de haber salido a pasear, ahora solo faltaba que Lizzy apareciera.

- Gracias- le contesté con una sincera sonrisa en la cara- Dafne es un nombre muy bonito también- le respondí y era la verdad, adoraba ese nombre, me parecia sencillo, bonito y fresco, no sabia porque pero eran esas las sensaciones que en mí provocaba- Yo también queria conocer a los humanos, aunque también conocer Nueva York- le respondí con una sonrisa, la verdad era que con mis hermanas ya habíamos visitado anteriormente el mundo humano.

La miré sorprendida- ¿De verdad? Supongo que será de la casa Tierra, era un chico verdad? O eso le he oído a mi padre- rie - No, no he venido sola, he venido con mi hermana gemela, se ha quedado durmiendo en la habitación pero no creo que tarde en despertarse y aparecer- dije sonriendo- También tengo otra hermana mayor, un años mayor, de echo yo soy la pequeña- le saca la lengua en un gesto infantil- Yo siempre había querido conocer a alguien que fuera dios/a de otra casa distinta a la mía- le dice sonriendo.

Camine apresurada por las calles casi desiertas de NY, central parck, para mas informacion; estaba en busca de Nayra, mi querida hermana gemela, me habia dejado una nota mientras aun dormia, diciendo que iba de paceo, eso no estaba bien, no era lo correcto, nuestros padres me habian dejado acargo de ella y...ahora ella se salia, ni me habia invitado.

No me use mucha ropa a decir verdad, no estaba acostumbrada a llevar cosas, tan solo me cambia la pijama por un vaquero negro que habia comprado asombrada en una de las ferias de la ciudad, ya que casi nucna salia de la guarida de la casa del agua, y nunca veiamos esa cosas, y encima de mi solera me puse una chompa ploma ancha, no me arregle el cabello y tan sol me puse un par de teñis planos que traia dos colors simples: negro y blanco.

Estaba apurada y apurada estuve apunto de pasarme de largo del lugar en que se encontraba Nayra, sino la hubiese visto de un freno.

Al verla sonrei aliviada, no era ninguna niña chiquita pero la queria mucho y me preocupaba cuando no sabia de ella, era algo asi como que mi protegida, siempre lo habia sido. Al acercarme mas relajada pero sin quitar el rostro serio que tenia para ella, note que hablaba con una tia talvez de la ciudad, aunque no lo parecia, su aura era difenten, me acerque y la salude con la mano, aunque a la chica no tan cortezmente (solo con la mirada), desconfiaba de los extraños.

-Nayra!, te he estado buscando- le dije poniendome alado de ella mirando de reojo a la chica -creo que debemos regresar, si se entertan que estamos fuera nos llevaremos una gran reñida

Me reí con ella divertida -No, no, mejor que no hagas ningún truco- dije riéndome. -Si, bueno, tú solo avísame si me ves volando- dije sonriendo de lado divertida. Nayra era mona, me gustaba su pelo y su forma de vestir, la ropa le quedaba muy bien y eso que era raro para nosotras comprar cosas aquí pero era genial.

Sonreí encantada -No es nada y gracias- dije alegremente, era curioso, poquitas personas hoy en día se llamaban Dafne y aún menos que se llamasen Nayra, pero eran perfectamente monosos. Sonreí asintiendo -Si, los humanos son curiosos y divertidos, además Nueva York tiene muchísimos sitios donde divertirse- dije divertida. Quería salir ya de fiesta, tenía que ser genial irse con ella de fiesta.

Me reí divertida -Si, es un chico, se llama David- dije divertida. Su casa era parecida a la mía, solo que nosotros nos llevábamos con la casa de la tierra, aunque seguíamos hablando de las otras casas como parecía que hacían las otras casas. Pero era imposible no hacerlo, esto era de locura. -¿Hermana gemela? Como mola- dije sonriendo divertida -¿Y sientes todo lo que ella siente?- pregunté curiosa. -¿Sois tres? Joder que bien- dije asombrada, eran tres y yo solo una o bueno, digamos que tengo un hermano mayor.

Sonreí haciendo una cómica reverencia -Pues aquí estamos, yo, mi “hermano”- hice las comillas -y mi amigo David, el de la casa de la Tierra- dije divertida. En minutos llegó la gemela de Nayra, pero me miraba mal no, lo siguiente o mejor dicho, me miraba desconfiada, como si yo fuese el enemigo. Miré a la hermana gemela y me mordí el labio. -Hola, soy Dafne- dije sonriendo mientras tendía mi mano.

Me soprendi por la forma en que la chica me hablo, era muy amable y confiada, aunque mi forma de aparecer la habia sorprendido un poco, ademas...su aura....no era nomral no de ningun humano que haya conocido, era....de alguna casa??.
Obviamente le tome la mano, no iba a ser descortez, aunque bien que a mi no me interezaba las cordialidades, esas cosas, no eran mi tipo, yo era diferente .

-ya, un gusto, soy Lizzy, la hermana gemela de Nayra, peor eso ya lo notasteis no?- dije tratando de calamar mi rostro, aveces era imposible controlarme -tu eres.... de alguna casa en especial?- solte con prisa, si no era nadie importante no tenia porque perder el tiempo, pero si si...... todo iba ser diferente.

Mientras observe a la chica, era muy guapa, mas de lo que cualquier humano, sus ojos destellaban y mas con el sol que apenas y salia, ademas su estatura, su porte...sin duda alguna no era nadie normal, por mas que ella lo dijiese, no podia creerle o todos los años de practica que habia llevado para aprender a reconocerlos y apelear serian en vano. Sin duda alguna era alguien de una de las cuatro casas.

Miré a Lizzy cuando llegó con una sonrisa, aunque la miré como reprimiendola cuando miró mal a Dafne y negué con la cabeza, siempre era así con los desconocidos y más si notaba en ellos algo especial- Yo no quiero irme Lizzy, además ya deben saber que estamos aquí- dije riendo- así que la bronca nos la echarán igual lleguemos cuando lleguemos hermana- dije sonriendole.

Miré a Dafne- Vaya... ¿Tienes un hermano?- le pregunté extrañada por las comillas, seguramente seria alguien que ella considerara como tal, pero por si acaso mejor sería preguntar.

Miré enfadada a Lizzy- No tienes porque hablarle así Liz- le dije mirandola seriamente- Es Dafne de la casa del Agua, así que no hay peligro- dije sonriendole- es una chica muy simpática además- añadí guiñandole el ojo.

Dafne me había caído muy bien , me había parecido divertida, amable y simpática y además tenía curiosidad por conocerla a ella y a los que la acompañaban. Las miré a ambas sonriendo- ¿Qué os parece si paseamos un rato?- les pregunté sonriendo

Miré a la hermana de Nayra... Bueno, era realmente igual que Nayra aunque arisca, pero sería por la desconfianza como siempre entre las casas, fantástico. Me encogí de hombros y miré a Nayra -Bueno, hermano hermano no, él solo me cuida y bueno, cada vez más lo veo como a un hermano- dije sonriendo encantada al hablar de Ben.
Sonreí negando -Nayra no importa, es normal- dije sonriendo -Estamos casi en guerra así que, si, es normal- dije riéndome -Nayra ¿casa del agua? ¿En serio?- pregunté riéndome ligeramente. -Soy de la casa del Aire, un placer Lizzy- dije levantando una leve brisa divertida.
Sonreí a Nayra -Tan simpática como tú no se- dije sonriendo divertida. Miré a Lizzy y sonreí a Nayra -Por mi si, sera genial, así podremos conocernos más- dije sonriendo amable. No quería que Lizzy me tachara de mala o lo que fuera.